Desde pequeños siempre exploramos
y soñamos con aquellas cosas que, por más que parezcan inalcanzables, nos hacen
sentir ganadores.
Y hoy, siendo adultos, aún
mantenemos ese carácter de búsqueda. ¡Lo cual es muy bueno! ya que sólo así es
como nos fijamos las metas que queremos cumplir, un camino a seguir y
finalmente podemos lograr el éxito.
Algo que debemos tener muy en
cuenta es el concepto de realizar un "trabajo inteligente".
Es muy simple: las acciones que requieran conseguir tus sueños no deben ser duras
y dolorosas, no necesitas trabajar duro, sino trabajar de manera inteligente.
Es muy simple: las acciones que requieran conseguir tus sueños no deben ser duras
y dolorosas, no necesitas trabajar duro, sino trabajar de manera inteligente.
Si tienes un
negocio, por más pequeño que sea, necesitas de clientes que te compren (todos
lo sabemos). Pero no sólo de aquellos consumidores que te compran de vez
en cuando; por el contrario, necesitas que ese consumidor que ya te conoce se
convierta en un cliente asiduo, que esté contento con tu servicio y te
garantice su retorno. Es decir, lograr un cliente fiel.
Teniendo clientes fieles obtendrás beneficios notables: Conocer sus preferencias y saber en dónde invertir para mejorar, obtener datos personales para dirigirte a ellos de forma personalizada, armar una cartera de clientes gracias a las recomendaciones que hagan a sus conocidos, ahorrar una importante inversión publicitaria, etc.
Es así como concluimos que la fidelización de clientes es sinónimo de trabajo inteligente. ¿Interesante no?